Nuevas sedes corporativas inteligentes. People, Place & Tecnology.

Compartir en facebook
Compartir en twitter
Compartir en linkedin

Las corporaciones se encuentran inmersas en una fase de transformación de sus centros de trabajo, con el objetivo de adaptarse con mayor agilidad a los nuevos retos de las organizaciones, como son los cambios en sus procesos, orientación a las necesidades de los servicios a clientes, la creciente necesidad del trabajo colaborativo en equipo, la itinerancia de ciertos perfiles móviles y la inclusión gradual del teletrabajo. A esto se añade que aparecen nuevas sedes en distintas ubicaciones físicas e incluso geográficas, que requieren de oficinas dotadas de espacios dinámicos que favorezcan la interconexión entre personas de distinto centro, manteniendo los mismos estándares corporativos entre ellas.

Los horarios de trabajo se han vuelto igualmente más dinámicos, para dar respuesta a la integración de las políticas corporativas y de responsabilidad social, ante la realidad de la necesaria conciliación familiar, el compromiso con la sostenibilidad medioambiental y de eficiencia energética, con una creciente adopción gradual del teletrabajo.

Estos nuevos y exigentes requerimientos suponen un nuevo paradigma para la gestión de los centros de trabajo, que conlleva la necesidad de diseñar y gestionar nuevos espacios que den soporte a estos nuevos patrones de uso de las infraestructuras corporativas, incorporando soluciones que aporten positivamente al desarrollo y eficiencia de las mismas.

En el plano de las relaciones interpersonales hay que destacar que éstas se ven modificadas de forma notable por esta nueva concepción del espacio de trabajo, impactando en cierta medida a los parámetros de rendimiento social de las organizaciones. Es decir, se generan nuevos modelos de relación basados en diferentes parámetros tanto laborales, profesionales como personales, que pueden afectar al rendimiento profesional de los empleados, de los equipos e incluso al rendimiento global de la compañía.

En esta nueva realidad de los centros de trabajo confluyen tres activos clave en cualquier organización empresarial que son las personas, los inmuebles y la tecnología (People, Place & Technology). De la perfecta conjunción entre ellos, depende en gran medida el éxito de cualquier compañía para estar a la altura de las exigencias del mercado, en cuanto a parámetros de calidad del servicio prestado, flexibilidad para prestar nuevos servicios, agilidad ante el cambio en los procesos y conseguir sus compromisos en materia de sostenibilidad y responsabilidad social.

Surgen nuevos tipos de espacios, como las salas colaborativas (agile rooms) que desarrollan un concepto de colaboración abierta que va mucho más allá de una sala con equipamiento audiovisuales y videoconferencia. Se requiere un espacio que facilite el trabajo creativo y colaborativo, pensada como un playground donde se llevan a cabo interacciones humanas de gran valor necesarias para generar nuevos elementos de valor para las compañías. 

Es por tanto muy importante, encontrar el espacio adecuado a cada contexto, para que las infraestructuras sean facilitadoras de reuniones dinámicas, productivas y confortables. 

Son muchas las corporaciones que entienden necesaria la evaluación previa mediante pruebas de concepto en escenarios piloto, para disponer del conocimiento del impacto que podría llegar a tener un cambio importante en procesos de gestión o de negocio, e  incluso de modificación de la disposición de los espacios de trabajo. 

La sensorización de los espacios y su gestión centralizada persigue conseguir espacios con un alto grado de conocimiento, automatización y eficiencia energética. Desde el conocimiento de métricas e indicadores relevantes en este sentido que comparen el uso previsto o planificado de los espacios frente al que se realmente acontece en los centros de trabajo. 

Obteniendo métricas para las distintas tipologías de puesto de trabajo existentes, tanto individual como compartido (salas de reuniones, hot desks, zonas co-working, office, despachos, comedores, espacios multiusos, etc)

Mediante la sensorización inteligente que se lleva a cabo en los espacios, las nuevas sedes digitales se convierten en una de las principales fuentes de datos de rendimiento global de sus organizaciones. Información valiosa y detallada que nos permite conseguir niveles de conocimiento de nuestros equipos de trabajo que hasta el momento no había sido posible. A través del comportamiento e interacciones entre los miembros de nuestros equipos, el uso y ocupación que hacen de los espacios para llevar a cabo sus tareas en proyectos, servicios y su tiempo de descanso, supone la base del nuevo y poderoso conocimiento de las sedes inteligentes.

Soluciones como Quodus Smarter Workplaces aportan la tecnología necesaria, para conocer en detalle cómo soportan las organizaciones y sus infraestructuras, nuevos eventos como el comienzo de un nuevo proyecto, el cambio de un proceso de gestión o una nueva disposición de los puestos de trabajo. Convirtiéndose en la plataforma ideal para el soporte a la toma de decisiones en materia de gestión de infraestructuras y rendimiento de las organizaciones, mediante la conjunción de People, Place and Technology.